Sunday, February 26, 2012

Molly Nilsson - These Things Take Time [2008]




¿Qué les puedo decir de Molly Nilsson? No mucho, realmente. No hay mucho disponible sobre ella. Debe ser cura de suecos eso de no exponer su vida, de no hablar sobre ellos, de venir a dejarnos música genial e irse, como un one-night stand; como el encuentro en el metro con alguien que, en otro vagón, lee el mismo libro que tú; como el amigo que haces en el avión, y luego pierdes en el aeropuerto; como será jugar Journey en la PS3. De esos encuentros con un ser que bien podría ser irreal y que viene a mostrarte su bondad para luego, con un gesto entre sonrisa fraternal y autosatisfacción, irse y dejarte con la eterna fantasía del "y si hubiera...". Así es Molly Nilsson.

En otras palabras, no sé nada de esta morra. Excepto que tiene su propia disquera. Que hace su música, compone sus letras, produce sus discos, de seguro se corta su propio cabello, y no me espantaría que horneara su propio pan.

También sé que es sueca (ya lo dije, no?), pero vive en Alemania. Sé que su música es sencilla; sus letras, claras; su voz, suave; su estilo, muy femenino (me dijeron). Sé que cuanto más la escucho, tanto más me gusta. Sé que "These things take time" es su primer disco. Sé que se identificarán con más de una canción. Sé que me gustan sus videos. Sé que "whiskey sour" es un retrato de más de una noche en mi vida. Sé que "the home song" me llega. Sé que "we're never coming home" es una interpretación que hace sobre un poema sueco. Sé que "Hey Moon!" es originalmente suya, que luego John Maus hizo un cover donde ella le hace la segunda voz, y que ambas versiones de la canción son divinas. Sé que en las últimas dos semanas he estado poco menos que obsesionada con su música y sobre todo con este disco. Sé que me gustan tantas canciones, que no sé cuál ponerles para el preview. Sé que, si no te gusta "these things take time", es probable que tengas un tumor o serio daño cerebral.

Sé que en mi escala de .5 a 5 estrellas de RYM, tiene 4.5 (equivalente a "Caballeros del Zodiaco"). Sé que la mayoría de ustedes no se merece este disco. Pero aquí va.


Descarga aquí.


The lonely by Molly Nilsson on Grooveshark

Friday, February 17, 2012

Kaizers Orchestra - Ompa til du dør [2001]

Si te da pereza leer todo, el link está al final, as usual.






En la primera mitad de una emblemática década (que nos dejó glorias como Pete & Pete, Clarissa lo explica todo, y todos los shows divertidos de cuando nickelodeon era divertido y se llamaba nickelodeon) los 90, en Noruega, la tierra de las perpetuas auroras boreales (muy al estilo skyrim), donde hay veces que los días duran más; y en otras, las noches son más longevas. Un par de amigos de toda la vida compartían gustos similares por la música y el afán de crearla. Ese afán encontró un medio de canalización a través de las guitarras que ambos recibieron como regalo de cumpleaños. Empezaron a tocar (se?) y grabaron un cassette (ternuras) de uno de sus proyectos iniciales (que está de más mencionar, de hecho, toda esta anécdota está de más, pero vean si me mortifica). Este par de amiguitos, que de ahora en adelante nos referiremos a ellos como Janove Ottesen y Geir Zahl, se divirtieron por un rato. Grabaron algunos temas con un estilo pop/folk, obteniendo pequeño pero significativo reconocimiento por parte de su fiel y super culta audiencia en Byrne, quienes compraron todos, los 50, cassettes en venta. Todo bien.


Su segundo cassette vendió 100 copias. Todo pintaba divino para la pequeña banda de folk local. Sin embargo, una vez empezado el trabajo para su tercer material, Ottesen tuvo que irse para entrar a la army noruega (evento que, personalmente, creo que es una gran gran gran influencia en el estilo y atmósfera de lo que ellos harían después).

Una vez que regresó Ottesen, él y Zahl realizaron un pequeño experimento, Gnom. No fue muy exitoso, pues el estilo, aparentemente, no aportaba nada nuevo o simplemente a los noruegos no les gustó. Sin embargo, tuvieron en ese disco un glimpse de lo que los dioses del olimpo les habían en realidad mandado a realizar en esta vida: maniacadas al estilo Tom Waits (Dios). El éxito que esta onda les otorgó, provocó un nuevo rush que fue aprovechado. Entonces, sólo entonces, nació Kaizers Orchestra (who's your daddy?).


Estos vatos (benditos sean sus corazones) manejan, como ya dije, un rollo muy muy inspirado en la música de Tom Waits. Ya saben, como de circo/manicomio itinerante fra helvete (del infierno, en noruego, pues). Su cura experimental, esa madre de meter barriles de aceite como parte de su instrumentación base, su energía combinada con las historias que, disco con disco, se van entrelazando (creando toda toda una realidad alterna de la que es imposible no formar parte, una vez que los escuchas lo suficiente) hacen de Kaizers Orchestra, y en esepcial, Ompa til du dør, una de las ofertas más populares, mejor vendidas, y hermosamente no metaleras (gracias, dios) que Noruega tiene para nosotros. Amén. AMÉN A LA VERGA.


Esto ya es lo suficientemente largo (that's what she said), pero no quiero dejarlos sin el tease de este maravilloso disco. Ompa til du dør sirve como una perfecta introducción a la cura de estos vatos. La música, el estilo, y las historias. Todo, todo en Ompa til du dør tiene razón de ser. La mayoría de las canciones se relacionan entre sí (excepto un par de anécdotas paralelas, pero igualmente dignas). Es como ver una película con una estructura no lineal. Es como ver Memento, o Irreversible, o si quieren algo regnional, Amores Perros. Las historias son contadas desde diferentes ángulos, y a destiempo.

Su contenido es, además, deliciosamente oscuro. Cómo no, si hablamos de pura venganza. Partiendo del nombre del disco, que en español quiere decir "Ompa hasta que mueras". Ompa til du dør comienza con el que fue también el primer sencillo: Kontroll på kontinentet (control sobre el continente), que relata la historia de Mr. Kaizer, el líder de la mafia, quien finge su muerte para ver quién ha traicionado a la familia.


Después de eso, viene el tema que le da nombre al disco. Donde Marcello Conradas (personaje que se repite en varias ocasiones) regresa después de haber sido prisionero en las minas (del infierno) para encontrar que su esposa ha sido asesinada. Una vez localizando al culpable, cobra venganza haciéndolo bailar ompa hasta su muerte.


Así como éstas, tenemos otras muestras de pura dulzura noruega: ruletas rusas, confesiones, oraciones desde el infierno que ni Dios alcanza a escuchar, botas de concreto, últimos días en la guerra (170: sin novedad en el frente). Pura joya.


Ompa hasta que mueras termina con el himno de los Kaizers: Mr. Kaizer, hans Constanze og meg, canción con la cual suelen cerrar sus presentaciones en vivo, mismas que tienen la fama de ser, en una palabra, orgásmicas. (para muestra, chéquense Viva la Vega, en youtube)


Para que los chequen, Kontroll på kontinentet
Kontroll på kontinentet by Kaizers Orchestra on Grooveshark


Para que los gocen, 

bailen ompa hasta morir

Wednesday, February 15, 2012

PJ Harvey - White Chalk [2007]


la pe-re-cio-sa portada. pero de la época, mi favorita foto es definitivamente ésta

Polly Jean Harvey es de esas mujeres que vinieron a la tierra a darnos voz a las demás. De esas que saben expresar todo lo que hemos llegado a sentir. De esas que hablan de temas tan íntimos como universales. De esas que nos regalan música para cada ocasión, y con "cada ocasión" también hablo de sexy times, pero éste no es el caso, sino todo lo contrario.

Si nunca has escuchado a PJ Harvey, tal vez no te convenga empezar por White Chalk. Para nada refleja su usual estilo más marcado por el rock y el blues y con temas tanto intensos, como esos especiales casos en los que te saca la sonrisa del nopuedocreerquehayadichoeso. Por otro lado, si has escuchado todo lo hecho por ella desde antes de este disco, tal vez te lleves una sorpresa.

PJ se ha redefinido con cada disco, sí, también es de esas poco conformes con lo geniales que son. Pero con White Chalk se pasó de verga. Dio un giro por completo. Se enfrentó de lleno a la tristeza, a la soledad, a la desolación. A tal grado de liberarse de sus usuales herramientas (una voz potente y agresiva, una guitarra que le hacía la segunda, un sonido crudo y hasta sucio en algunas ocasiones), para convertirse en toda una autodidacta del piano. De ahí la simpleza de su sonido en este álbum. Más que simpleza, es un minimalismo. Reflejo del vacío, del hueco que se siente cuando escuchas este disco. Una atmósfera agobiante, soledad clasutrofóbica, sensación de completa desnudez, como verte en un espejo y darte cuenta que eres tú y estás solo, como los horribles cinco minutos (en este caso, treinta) antes de dormirte.

Como dato biográfico, la primera vez que lo escuché pasaba por momentos difíciles. La primer nota de The Devil fue como la punzada que acabó de romperme el corazón. Desde entonces, White Chalk es el soundtrack de todas mis depresiones desde 2007 hasta la fecha. Cada nota del piano es una lágrima. Cada canción, una historia. Media hora completa dedicada a sentirme miserable, sola, hecha un mar de mierda. Justo como se siente Candy Candy cuando se acuerda del Anthony y cuanta gente se va o se muere en su vida. Sí. Así de yamequieromorir está. Genial, ¿no?

Pongan especial atención al inicio de este perfecto y maravilloso disco, The Devil; también a Dear Darkness, White Chalk, Silence (my personal favorite), Broken Harp, The Piano, y si para esas alturas no han llorado sus guts out, el final de The Mountain va a sacarles el corazón, apretárselo, y patearlo al bote de basura más cercano (como le pasó a Bart, ¿se acuerdan?).

Me despido con lo que el vato en una revista bien hipster dijo: "On the right day, at the right time, the album's powerfully claustrophobic intimacy is more palatable; on the wrong day, at the wrong time, in the wrong frame of mind, White Chalk may be the longest half-hour in the world."

seamos un mar de mierda


Silence by PJ Harvey on Grooveshark